El medio ambiente en el corazón
Por Grégory Quenet, Historiador del medio ambiente
En 1853, la palabra «startup» no existía. Pero es precisamente de lo que se trata con la creación de la Compagnie Générale des Eaux: una innovación arriesgada basada en la anticipación de nuevos usos que no se identifican como un mercado rentable.
Una aventura apasionante
Por Estelle Brachlianoff,
Directora general de Veolia
En 1853, la primera tienda grande parisina apenas había abierto sus puertas. Al cine aún le faltaba mucho tiempo para nacer. Era la época de los primeros ferrocarriles, el año en que, después de una votación de sus estatutos y la obtención de su primer contrato, un decreto firmado por el emperador francés Napoleón III autorizaría, el 14 de diciembre, la creación de la Compagnie Générale des Eaux.
La Compagnie Générale des Eaux, nacida en el corazón de la primera revolución industrial, se convertiría año tras año, década tras década, en uno de los componentes esenciales de lo que hoy conocemos como Veolia.
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