LA ENERGÍA
A diferencia de lo que uno podría creer, la civilización industrial moderna no es la única que depende de la energía. Mucho antes, las energías mecánicas (provenientes de la musculatura humana y animal), combustibles (la madera), pero también solar (que hace crecer las plantas) o eólica (que hace navegar los barcos) ya habían contribuido al auge de grandes sociedades humanas. La diferencia reside en la cantidad astronómica de energía consumida desde la segunda revolución industrial. Pero este crecimiento tiene límites, señalados por diferentes crisis: guerras, choques petroleros, catástrofes naturales... Sobre todo, las emisiones de CO2 de los combustibles fósiles están calentando dramáticamente el planeta, planteando una pregunta crucial: ¿cómo mantener una sociedad próspera sin destruir el planeta? Para Veolia, la respuesta se encuentra en soluciones de eficiencia energética y descarbonización de nuestro modelo.